ESTAMOS AQUI

sábado, 21 de abril de 2007

¿DÓNDE ESTÁ EL ALTRUISMO?


En estos días que en mi empresa estamos siendo auditados por una importante multinacional norteamericana, me asalta una duda en relación a las últimas noticias que han bombardeado todos medios de comunicación del país sobre la corrupción en las ONGs: ¿Cómo es posible desviar fondos a esos niveles existiendo unos mínimos mecanismos de control? ¿Es dejadez, pasotismo o que todos sacan tajada?

Lo que duele, es que la imagen de esas organizaciones sale dañada injustatamente por el "mal hacer de unos pocos" olvidándonos que lo importante en ellas no son sus directivos corruptos sino personas anónimas que dedican una parte importante de su vida desinteresadamente trabajando para los demás, y a los cuales les debemos pase lo que pase todo nuestro respeto. Unos hacen menos cruel la soledad del anciano o le ayudan en sus tareas diarias, otros ayudan a discapacitados o enfermos en hospitales,otros luchan contra la violencia de género, otros dejan atrás a sus familias para irse a eso que llaman TERCER MUNDO para enseñar a gentes de otras culturas a subsistir y paliar su sufrimiento, otros sin embargo nos limitamos a dar veinte euros al mes a un niño Boliviano desnutrido para que al menos llegue a la edad adulta con una mínima dignidad y alguna expectativa de futuro, creyendo por eso ser solidarios.
Pero ¿dónde está el altruismo? ¿está ahí realmente?. Creo que no. Para ser solidario no hace falta nada de lo anterior, porque ¿Cuántas veces nos hemos ido con una sonrisa en la cara después de ayudar a un amigo a solucionar un problema?, o ¿no basta para ayudar, con agachamos a recoger una bolsa del suelo que se la ha caído a una anciana a la que le cuesta un mundo agacharse? y esas acciones del día a día no nos cuestan ni un duro ni un minuto de nuestro tiempo.

No obstante en todo lo anterior puede vislumbrarse alguna nota de egoísmo al perseguir con todo ello una contraprestación: SENTIRNOS BIEN CON NOSOTROS MISMOS, pero como suele decirse a veces el fin justifica los medios.
Para mí el realmente altruista es el que con un acto de generosidad extrema se olvida de estereotipos, barreras sociales, culturales y religiosas y decide ser solidario donando sus propios órganos cuando ya no los va a necesitar. Desgraciadamente no existe mucho de este tipo de altruismo, si no fuera así quizás la persona que más he querido en esta vida hoy estaría aquí dándome la coña y yo haciendo como que me importaba. Sin embargo se fue siendo el número 389 de una lista de espera interminable y yo me despertaré cada mañana pensando como dice la canción, en lo que será de mi sin ti el resto de mi vida.
Prometo que si algún día vuelvo a escribir en esta Guarida, cambiaré de estilo porque esto de poder expresar libremente lo que uno siente está haciéndome olvidar que yo también tengo un látigo y un yugo opresor que aunque poco, también utilizo.

1 comentario:

Tono dijo...

Hurri, vas a seguir publicando, eso te lo aseguro yo. Pero no olvides que todos tenemos un doble yo. ¿Compatible? Pues claro. Que tengamos un puesto de trabajo en el que decidamos sobre personas. No quiere decir que no podamos expresarnos como personas. Nosotros sufrimos, réimos, amamos, lloramos y alguna otra barbaridad de las mías como los demás.

Eso no quita para que mañana cuanto tenga que llegar al trabajo, despida a dos personas (haciendo mi trabajo, sin nada personal) y por la noche duerma.

¿Te sirve?

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.