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martes, 3 de julio de 2007

¿POR QUÉ EVALUAR A LAS PERSONAS? 1ª Parte

La respuesta se me antoja bastante sencilla. Apreciar la aportación de las personas dentro de la empresa se convierte en un trámite de necesidad para tratar de garantizar la buena marcha de ésta. Soy incapaz de imaginar algo más difícil que el hecho de evaluar a una persona y tomar decisiones en consecuencia. ¿Seré lo suficientemente objetivo? ¿Estaré fijándome en lo que deseo? Y seleccionando nuevos colaboradores ¿por qué elegir a un candidato y no a otro? Para nuestra tranquilidad, en la actualidad disponemos de herramientas que nos ayudan en la evaluación de personas.

Todavía hay gente (y con excelente formación por cierto) que en pleno siglo XXI se atreve a cuestionar la validez de dichas herramientas. Desde hace mucho tiempo las matemáticas nos pueden ayudar (aplicando la fórmula correcta) a determinar el modus operandi de una masa social sometida a unas pautas determinadas de comportamiento. Y con las hojas de cálculo, todavía es más sencillo hacerlo. Sin necesidad de ser adivino creo que todos podríamos imaginarnos más o menos la respuesta que tendría una fan delante de Beckham.

Me considero inquieto, de espíritu científico, y siempre me ha gustado saber el por qué de las cosas, por lo que antes de entrar en más detalles me vais a permitir hacer un poco de historia. No nos iremos muy lejos, retrocedemos al siglo XIX. Aunque parezca un insignificante paso atrás en la historia de la humanidad ya os anticipo que han pasado muchas cosas en apenas 150 años. No os preocupéis, prometo no aburriros.

Como decía, tenemos que marcharnos hasta el s. XIX cuando a Francis Galton, primo de Darwin, se le ocurre crear una serie de pruebas estandarizadas para estudiar y medir las capacidades sensoriales y perceptivas (audición, visión y sensibilidad del tacto). A finales de este siglo encontramos un primer hito con el laboratorio de psicología experimental de Leipzig desde donde se realizaron los primeros estudios sobre la fatiga en el trabajo. James McKeen Cattell (no confundir con Raymond Bernard Cattell, el autor del inventario de personalidad 16PF) alumno de la norteamericana escuela de Leipzig y de la de Galton en Inglaterra, fue el primero en introducir el concepto de “Test” el cual llega hasta nuestros días. Como anécdota decir que test proviene del latín “testum”, vasija de cerámica que se usaba en la alquimia para los experimentos de creación del oro. Un curioso salto de la alquimia a la psicometría.
A principios del s. XX y salido del laboratorio de psicología de la Sorbona el médico y fisiólogo Alfred Binet junto con el psicólogo Theodore Simon crean el “test de Binet-Simon”, prueba pensada para el ámbito escolar y que sería la precursora de los métodos de evaluación de la inteligencia. El test, con un tremendo éxito, es rápidamente adoptado en Estados Unidos y usado en los tests colectivos del ejército americano en la Primera Guerra Mundial. Este es el paradójico y atroz sarcasmo de la naturaleza humana, lo que naciera como un método de evaluación pedagógica pronto se constituiría en una herramienta necesaria en la selección de cientos de millares de hombres para la realización de funciones militares concretas: pilotos, artilleros, zapadores. Toda una exhibición de lo que es una masiva prueba psicométrica de evaluación de las aptitudes.


Japón, URSS, América del Sur, Europa Central… Tras la primera de las Grandes Guerras vendría la gran difusión e institucionalización de la psicometría. Y su aplicación en el campo industrial. El primer sector en aplicarlas es el de transportes; la selección de los conductores en función de sus aptitudes reduce la accidentalidad. A pesar del aumento en Francia del número de vehículos en circulación y de su velocidad, el número de accidentes en los transportes públicos disminuyó un 31% en 15 años. Y en tan sólo 4 años, los errores profesionales de los guardagujas ferroviarios se redujeron en un 58%.
Hacemos un alto en el camino para descansar. En la segunda parte entraremos en la mitad del s. XX hasta nuestros días y trataré de explicar desde mi modesto punto de vista por qué la gente cuestiona este tipo de pruebas en la actualidad. Evaluar y Valorar, las pruebas de lápiz y papel, la informática y los nuevos test, la inteligencia y las aptitudes, etc. Aún quedan cosas por contar (¡y no todo es historia!).

4 comentarios:

Tono dijo...

Bueno, pero que sea pronto que sino se me acaban las pipas, coño.

Un saludo

Lupita- cursos online dijo...

La evaluación es un proceso para medir el rendimiento laboral del trabajador, con el objeto de llegar a la toma de decisiones objetivas sobre los recursos humanos.

Jose dijo...

Así es Lupita.

daniel-Conferencias para empresarios dijo...

Hola muy buenos días, muchas gracias por la valiosa nota y me gustaría aportar al tema que el proceso de evaluar a las personas es para poder ver si llega a obtener el rendimiento adecuado en la toma de decisiones en RH, muchas gracias buen día.

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