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martes, 19 de junio de 2007

CURSOS DE IDIOMAS: ¿INVERSION O GASTO?

Hasta hace unos años nuestros estudiantes terminaban su carrera sabiendo poco o nada de un idioma extranjero. Pensaban que una vez acabada la carrera ya tendrían tiempo para hacerlo.

Tampoco desde las universidades públicas o privadas (se les supone a estas últimas con un conocimiento más internacional) se instaba o se alentaba a los estudiantes a aprender un segundo o tercer idioma.

La moda era irse a Inglaterra o Irlanda una vez finalizada la carrera, estar tres meses y sabiendo poco o nada regresar y con eso bastaba

Pero, desde hace un tiempo esto ya no es suficiente. Y menos con una tendencia empresarial cada vez más globalizada.

Hoy, nuestros jóvenes y no tan jóvenes se han dado cuenta de que por mucha carrera, master o postgraduado o experiencia que se tenga, si no se sabe un idioma que permita comunicarse con “el resto del mundo” no se es competitivo. Ni tampoco se puede aspirar a un puesto de trabajo en el extranjero, aunque sea sólo de Becario.

Pero ahora además se demanda la implicación de las empresas. Para una adecuada formación, es necesario que el propio empresario sea consciente de esta necesidad. Son las empresas, las que hoy se enfrentan a desafíos crecientes, con una tendencia a la mundialización de los mercados y necesitan que sus empleados puedan comunicarse de una forma eficaz y con confianza. Y sea la empresa, pequeña o grande, si quiere ser competitiva sus trabajadores deben estar bien formados.

Pero cómo elegir un buen curso de un idioma para nuestros trabajadores?

Lo que no nos tiene que llevar a engaño es que aunque el español lo hablen más de 300 millones de personas, todas las comunicaciones de negocios, hoy por hoy, se hacen en inglés. Y es necesario que nuestros trabajadores se desenvuelvan con una cierta soltura en esta lengua. No sólo de manera “survival”. Sino que sean capaces de mantener una reunión de negocios o abrir mercados.

Pero no es sólo elegir un curso, un profesor nativo y pensar que en 3 meses ya se hablará el idioma deseado. No, es más que eso. El empleado debe saber que lo necesita, que no es una imposición de la empresa. Porque si no está convencido de su utilidad y necesidad, de nada servirá la inversión. Y el empresario debe tener paciencia. Sino, será una pérdida de tiempo y dinero.

Lo primero y fundamental es saber que un idioma necesita tiempo. Y tiempo de una manera graduada. No por estudiar 3 o 4 horas diarias se aprende más rápido. Tenemos un nivel de saturación al cabo del cual ya es imposible razonar, pensar, o tan siquiera entender qué se está explicando.

Pero, también los trabajadores españoles deben ser conscientes de que la última apertura Europea ha traído la integración de trabajadores de Europa del Este. Gente que conoce al menos 3 idiomas y esto hace que sean muy competitivos porque en una vacante donde el conocimiento de idiomas sea pieza fundamental, lamentablemente, los españoles estamos bastante perdidos. Y lo más importante y llamativo, mientras en España desconocemos los idiomas del Este europeo, muchos de sus habitantes, tienen como tercer idioma el español.

Por lo tanto, ya no debemos mirar la formación como un gasto sino como una inversión a largo plazo, si lo que queremos para nuestra empresa grande o pequeña es que esté ahí, donde debe estar, formando parte de esa globalización que es hoy el mundo de los negocios y la competencia.

2 comentarios:

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Nikita:

Acertadisima reflexión sobre este temas tan fundamental (la formación en idiomas) y tan poco desarrollada en España.

Tono dijo...

Bueno algunos es que somos unos "cazurros" jajaja. Llevo estudiando ingles toda mi vida, ya a los 14 añitos me mandaron mis padres a Liverpool (que buenos tiempos).

Actualmente en mi empresa (como sabes) doy dos horas de ingles todas las semanas desde hace más de 7 años....

Por lo menos sigo manteniendo mi nivel, se decir "yes" con un estilo que no me lo quita nadie, jajaja.

Fuera de bromas, el camino hacia el bilingüismo debe ser continuo. Efectivamente manejar idiomas en una sociedad globalizada como la nuestra es una necesidad imperiosa.

Un saludo

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